Se produjo una revolución importante en el diseño del pañal mediante el uso de polímeros superabsorbentes, lo que permitió que los pañales funcionaran más eficazmente y se hicieran espectacularmente más pequeños. Su uso en pañales fue patentado en 1966 por Carlyle Harmon de Johnson&Johnson y por Billy Gene Harper de Dow Chemical.
Los fabricantes de pañales comenzaron a experimentar con los superabsorbentes como un reemplazo parcial de la pulpa de pelusa a principios de la década de 1980. Los polímeros podían absorber entre treinta y sesenta veces su peso en líquido, una ventaja significativa sobre los materiales absorbentes convencionales tales como la pulpa de pelusa.
El primer uso comercial del polímero superabsorbente en un pañal ocurrió en Japón en 1983, primero por Uni-Charm y después por Kao. Procter and Gamble introdujo la tecnología en los Estados Unidos a través de Ultra Pampers. A mediados de la década de 1980, los productos desechables de alta calidad ultrafinos tenían aproximadamente la mitad del tamaño que sus predecesores. Pronto se creó una capa de adquisición entre el revestimiento y el núcleo para absorber rápidamente la orina y esparcirla por toda la longitud del núcleo para aprovechar al máximo el superabsorbente.
Los modelos delgados y ultrafinos demostraron ser muy populares en todo el mundo. Los precios más bajos y la difusión de la tecnología en las marcas de las tiendas aceleraron el reemplazo de los pañales de algodón por los desechables. A finales de la década de 1980, los desechables representaron más del 95 por ciento de los cambios de pañales en Japón, Norteamérica y la mayoría de los países europeos.
La tecnología superabsorbente ofrecía las ventajas tradicionales de los desechables en un paquete no mucho más grande que la ropa interior de tela. Esto permitió a los bebés y niños pequeños moverse más libremente, generando menos desperdicios y ahorros en la distribución, envío y almacenamiento. Los estudios clínicos iniciales demostraron los beneficios para niños individuales así como niños en entornos de grupo, incluyendo casos reducidos de sarpullidos por el pañal y una salud mejorada de la piel por una piel más seca y con un pH más estable.