Una vez que los pañales y sus materiales han superado con éxito el riguroso proceso de revisión de seguridad, pueden ser evaluados en estudios clínicos. Según las diferencias en el cambio del material o en el diseño de un nuevo pañal, se podrán utilizar las pruebas clínicas para confirmar la compatibilidad completa con la piel del bebé. Estos estudios suponen tener a bebés utilizando pañales durante períodos de tiempo definidos, seguidos por mediciones y evaluaciones de la piel. Los investigadores observan la humedad/sequedad de la piel y su pH.
A lo largo de los años, ha habido un gran número de estudios examinando concretamente los sarpullidos por el pañal. Estos estudios pueden durar más de varios meses con valoraciones de los sarpullidos regulares realizadas por calificadores de piel entrenados. Estos estudios, que han incluido a decenas de miles de bebés, han generado una base de datos muy grande para corroborar la seguridad de los pañales desechables.
Un elemento absolutamente crítico del programa general de seguridad de los productos es el seguimiento de los comentarios relacionados con la salud y la seguridad recibidos de los padres y cuidadores. Cada empresa mantiene sistemas para compilar y responder a estos comentarios. Las bases de datos globales ofrecen a las empresas la capacidad de analizar tendencias e identificar rápidamente posibles oportunidades de mejora de los productos.